La civilización incaica o quechua, fue la última de
las grandes civilizaciones precolombinas que
conservó su estado independiente
(imperio
incaico) durante la Conquista de América, hasta la conquista del Perú (1532-1533). Con la
extensión del imperio, ésta fue absorbiendo nuevas
expresiones culturales de los pueblos anexados y se ubicó en los actuales
territorios del Perú, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.
Desde la ciudad sagrada del Cuzco, los quechuas consolidaron un Estado que
logró sintetizar los conocimientos artísticos, científicos y tecnológicos de
sus antecesores. Basados en un concepto de expansión del Estado, el Tahuantinsuyo (Imperio
incaico) recogió aquellos conocimientos y los potenció. Actualmente,
algunas costumbres y tradiciones de la desaparecida civilización inca
prevalecen aún en Bolivia, Ecuador y el Perú.
Los incas adoraban a dioses que utilizan una combinación de
la oración, la danza y el sacrificio. Cómo hacer un sacrificio es un aspecto
particularmente importante de sus costumbres religiosas. En las ceremonias de
sacrificio, el Inca ofrecía objetos de artesanía o el ganado a los dioses.
Los hombres ricos y mujeres estaban envueltas en tapices para
el entierro. Al igual que con otras culturas, los objetos que simbolizan el
estado de la persona que lo acompañó a la tumba.
Adornar el cuerpo y la cara era una costumbre popular de los
Incas, sobre todo para los hombres, que a menudo pintaban sus rostros. Esta
costumbre se observa en muchas culturas, y por lo general protege al guerrero
de los malos espíritus y asusta al enemigo. La iniciación a la edad adulta era
un ritual importante para el Inca, durante la ceremonia de los oídos del chico
fueron perforados y un disco de oro fue colocado en el oído. Como crecieron los
niños, los discos fueron reemplazados con los más grandes hasta que tuvieron
lóbulos de las orejas alargadas. Los incas son conocidos por sus joyas de oro,
por lo que no es sorprendente que el oro juega un papel importante en los
rituales sociales.
Los incas extraían oro y plata en cantidades significativas.
Eran
trabajadores cualificados de metal y utilizaron sus reservas de oro para
fines puramente estéticos, como las joyas y objetos religiosos. Los incas
creían que el oro era el sudor del dios Sol, Inti, por lo que su uso era
limitado, y por qué el Inca nunca consideraría usarlo para acuñación de moneda.
En su lugar, utilizaron el trabajo como forma de pago. Pagaban impuestos por
trabajar en el campo, o la construcción de caminos y templos. A cambio,
recibieron alimentos y ropa. Al final, los conquistadores españoles se enteró
del oro de los Incas, y fue su llegada que puso fin a esta civilización
sofisticada.
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